La formación online sufrió una transformación desde la pandemia del Covid-19. Si bien es cierto que antes de que el coronavirus fuera el principal tema de interés en los noticieros y en nuestras vidas, ya se estaban desarrollando cursos y programas online. Fue desde marzo de 2020, justo cuando se declaró la pandemia, que se requirió de forma urgente entretenimiento y educación online de calidad. Pasar días completos en casa tratando de avanzar en nuestras metas ayudó a la adecuación de los sistemas online de las empresas y también promovió el interés de muchas personas en los formatos de aprendizaje online.
Desde ese momento tan particular que redefinió las formas en las que asimilamos al mundo, al ambiente y a los otros seres humanos, hemos visto transformaciones y aceleraciones muy interesantes. El caso del crecimiento de la empresa ZOOM es quizás uno de los ejemplos más llamativos de este proceso de aprovechamiento de la situación.
ZOOM era una empresa que ya existía antes de la pandemia, sin embargo, debido al crecimiento en la demanda de plataformas de conexión fiables y sencillas, los usuarios hicieron que la fama de esta empresa creciera como la espuma. Aunque ZOOM no creció sola, si vino a posicionarse en el mercado frente a otras opciones menos amigables para ese momento como Google Meet, esta última tuvo que realizar cambios importantes para poder aprovechar la ola de interés durante la pandemia.
Actualmente estas plataformas de videoconferencias son comunes para la mayoría, ya no tenemos miedo de plantear reuniones online, o sesiones completas de aprendizaje con nuestros alumnos, de hecho, se ha creado un universo de posibilidades, ahora vemos como la transmisión de eventos en streaming cobra mucha fuerza, hablamos de conciertos, bodas, eventos familiares e incluso funerales. Para bien o para mal pareciera que no existe límite en lo que es posible transmitir vía streaming.
Educación online
En todo ese universo de posibilidades la educación online sufrió una transformación para bien, no solo los llamados “inmigrantes digitales” aprendieron a comunicarse a través de plataformas como Microsoft Teams o Google Meet, sino que también los más jóvenes pudieron concebir la educación online como una herramienta muy poderosa y amigable para el desarrollo académico y profesional. También las empresas de formación online empezaron a desarrollar estrategias que les permitieran alcanzar públicos internacionales y diversificar la oferta de cursos, diplomados y toda clase de programas online. Entre las estrategias que aplicaron muchas empresas tenemos los Cursos en línea con certificado, los seminarios con personalidades destacadas, los programas de becas, descuentos grupales, entre otros.
Otra de las ventajas que podemos observar con toda esta aceleración digital es la posibilidad de realizar el trabajo en forma remota, ahora no es necesario estar presentes en la oficina para desarrollar las actividades. Es cierto que antes de la pandemia muchas personas trabajaban de forma remota, pero muchas empresas tenían resistencia a esta opción porque creían que impactaría en la productividad. Ahora se sabe con datos estadísticos que muchas empresas aumentaron su productividad durante la pandemia debido a que el trabajo remoto eliminaba la necesidad de trasladarse y por ende el tráfico.
Con la educación online, paso algo similar, ahora la gran ventaja es la conciencia que los usuarios tenemos sobre la posibilidad de realizar estudios con profesionales de cualquier parte del mundo, si queremos por ejemplo realizar Cursos a distancia en Perú, o en otro país solo es cuestión de saber cuales son las plataformas y empresas que nos permitirán conectar con esos profesionales.
Aceptémoslo, somos privilegiados de tener tantas posibilidades de formación en la actualidad. Esperemos que ese privilegio sea aprovechado por las generaciones actuales y tenga un impacto en nuestro futuro.