A medida que vamos creciendo, nuestros padres y/o familiares nos van enseñando día a día, pero así como nos muestran las cosas positivas, probablemente sin querer también nos enseñan otras que no lo son. ¿No te has dado cuenta que en ocasiones haces o dices cosas como lo hacen o hacían tus padres? Esto suele ser por el hecho de que las conductas son adquiridas y de algún lado las aprendemos.
Tal vez tenemos comportamientos negativos como criticar, gritar, quejarnos entre otros, y no sabemos porqué. Pues es porque las hemos aprendido del pasado, si por ejemplo vivías en un entorno donde las criticas eran el pan de cada día, es normal que vivas criticando, tanto a las personas de tu alrededor, como también a ti.
Si te decían repetidamente que todo era tu culpa, puede que hoy en día así lo creas o si cuando eras niño tus padres no te brindaron mucho afecto y ahora te das cuenta que quizá haces lo mismo con tus hijos, pero no culpes a tus padres, pues, ellos no tenían el conocimiento que tú tienes ahora y piensa que al igual que tú, ellos adquirieron ese comportamiento de alguien más.
Puedes cambiar tu conducta
Ahora bien, hoy en día que ya eres adulto, es momento de cambiar viejos hábitos, tenemos ahora el control de nuestra vida y no podemos pasar la vida con esas actitudes que te dañan a ti y a los de tu alrededor. Eres el responsable de tus actos y comportamientos y puedes cambiar eso que no deberías seguir teniendo en tu conducta. Para ello puedes asistir a un especialista que te orientará y te dará las mejores herramientas que necesitas para modificar tus malos hábitos, es lo más recomendable.
Sin embargo, existen muchas maneras para cambiar comportamientos, como lo son las afirmaciones positivas que poco a poco harán que tus pensamientos cambien, estoy plenamente convencida que nosotros mismos podemos darnos cuenta de las actitudes que están mal para nuestra vida y modificarlas.
El que de verdad quiere hacer las cosas, las hará, el que no, simplemente continuará su vida de la manera que la lleva, sin liberarse de aquello que no es necesario como las críticas, el mal humor, la negatividad, el juzgar a otros, en fin, por el simple hecho de que no quieren aceptar que es algo que no deberían hacer o simplemente no quieren cambiarlo. Lo más importante es amarte tal como eres, desde el fondo de tu corazón, si no te amas a ti mismo, mucho menos podrás amar a otros.
Todas esas cosas te pueden ayudar, siempre y cuando tú quieras y aceptes plenamente lo que debes cambiar, ya que, de nada te servirá leer libros de autoayuda e incluso este artículo, e ir a un profesional si no tienes la disposición de cambiar y no pones de tu parte.
Entre otras cosas, como lo mencioné anteriormente, las conductas son aprendidas, y los niños adsorben todo, así como tú adquiriste comportamientos de tus padres, tus hijos también lo harán de ti, pues eres su modelo a seguir y lo que hagas negativo o positivo, tus hijos pueden copiarlo.
Educa a tus hijos con amor y hazlos sentir bien, si se comportan de una manera inadecuada explícales por qué está mal lo que han hecho, con buenas palabras, sin usar la violencia verbal, ni física, pues esto no soluciona el problema, y de nuevo recuerda que en el futuro copiarán tu conducta, ten cuidado con lo que dices o haces, porque se lo transmitirás a ellos, y si cometes algún error, analízalo, rectifica y discúlpate con tus pequeños, así irás sembrando valores tan importantes en la sociedad, recuerda que ellos son el futuro y serán en gran parte lo que tú le enseñes.
Por: Estefany M. Castro Da Silva
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