Bullying, aunque no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE), se refiere al acoso escolar y a toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico que sufre un individuo por parte de otro, de forma repetitiva a lo largo del tiempo. La utilización de este término cada vez se hace más frecuente en nuestro idioma.
Generalmente, este acoso se produce durante la etapa escolar (educación primaria y secundaria) y en su mayoría afecta a jóvenes entre 12 y 15 años, aunque puede extenderse a otras edades.
Bullying a nivel universitario
El ámbito de la educación superior también se ve afectado, porque resulta que el bullying está presente en las universidades. En este nivel el acoso de los jóvenes se limita a burlas, hacer sentir mal al otro, dejar en ridículo a la víctima delante de los demás o apartarlo de los grupos.
De acuerdo con especialistas, el maltrato físico no se utiliza a nivel de pregrado, como en el caso de la primaria o el bachillerato. En este ámbito, el acoso tiende hacia la condición económica de la víctima, en universidades privadas, mientras que el acoso es más político y social en las universidades públicas.
La persona que sufre el acoso generalmente es más débil, por su parte, el acosador se muestra fuerte, se une a otros individuos para molestar sin motivo alguno al que se ve más tranquilo o indefenso, y se aprovecha de la debilidad de la víctima para conseguir más poder, para divertirse o divertir a los demás.
Como consecuencia del bullying universitario, muchos estudiantes bajan su rendimiento académico o deciden abandonar las carreras que están cursando, dejando a un lado sus proyectos profesionales, por esto es tan importante identificar de forma temprana los casos de abusos y hacernos conscientes del trato que recibimos y el trato que damos a otros.
Somos más de lo que creemos, somos especialmente nuestras acciones.
Fuente mixta.